Hoy beberé la ruda.
Machos en la playa,
Como palmeras bronceadas.
La menta que escoce
-Parte la naranja-
Y deja nuestra ropa
Donde la cáscara.
Se juntan equinoccios; se suman los
solsticios.
El mundo es uno solo bajo tu ala de bandera.
La muerte, en tierra firme,
No sabe que a tu pies.
To-do-Tiem-Bla... y despacio, vienen y van.
Como elipses románticas.
No sé, se enojará,
Pero el sombrero de tormenta
Se le voló con tanto
Fieltro. Suspirar el alma.
Las blancas luces que penden
De la bóveda celeste.
Palomas y flores en la capilla:
Un Dios que sonríe y mira
Sus magullones.
Mis hermanas, ya tan lejos.
Nunca dejes marchitar las flores
Que se quedan al costado.
Impredecibles tus caminos de incienzo.
Sana con la brisa.
Días de
monedas de oro y niños resurrectos.
El sosiego lo despeinaba, se le subía
Al abdomen y lamía
Su pereza a fuego fatuo.
Espíritus, venid.
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