Confío que serás
"Modesto y buen observador"*
Si te digo que una amarga sensación
Me exilió del arresto domiciliario en Morfeo,
De las ocho horas de tregua para con la vida y sus días meretrices;
No tenía que rendir cuentas
Y, sin embargo, algo de la aritmética fallaba.
La x es un valor lógico, pero nada lo preserva de
Ser vacío.
Estos ínfimos detalles que manchaban
Como vino una pared reciente y pintada
Me demoraron por un par de segundos,
Como pidiéndome pasaporte.
El problema, visto desde estos caleidoscopios,
Linda una cuestión de ontologías,
De artificios y de artificialidades,
De las gotas de aire que sostienen a vivo cualquier bípedo.
Confieso que mi gallarda curiosidad
Viró a un terror de esos que ahora dejan enfriando el té, huérfano.
Porque, si he de ser preciso,
Yo mismo me sentí abandonado.
De mí (y un poco del mundo).
En el espacio de mi piel,
En el ancho de mis pulmones,
En el diámetro de mis expectativas,
En la circunferencia trunca del tiempo (tan unidimensional)
Se presagió este desencanto.
Como una vieja que no llegó a ser madre
Pues se propuso parir una nueva fe,
Se gangrenaron mis arterias.
¡Una cuestión de no creer, señor!
Y en ese síncope paulatino de saberme
-Inconvencible, innegociable-
Se me pudrió la tripa de pérdidas.
Una esperanza desahuciada implosiona
Más fuerte y gélida
Que un astro en el sinsentido
De tanta oscuridad.
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*Cortázar, Me caigo y me levanto.
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