Podría empezar por un reclamo,
Una misantropía, una bulla de proezas imaginarias
Que me separan de todo idiota que no sentiré
Hermanado en sangre.
Podría empezar por cualquier parte,
Por el reloj papá que siempre se detenía,
O la destructiva exigencia materna de volverme
Antropomórfico, consumidor y mascarita.
Podría decirte que a nadie le interesa la verdad,
Les gusta dormir la siesta tranquilos
Y la verdad es pésima para la digestión y el cutis.
Podría reírme de que sigan creyéndose gigantes
Mientras que el tiempo los devora crudos
Y los escupe como caprichitos esqueléticos.
Podría bombardear las aspas de un ventilador
A preguntas, total daría menos vueltas
Y exhalaría con más ternura el aire.
Podría circuncidar mi lengua, mis manos;
Lobotomizarme con obligaciones sociales
Y comentarios suspicaces de las vidas ajenas.
Podría perseguir cualquier destino semejante
Sin llegar a ser más que un asno tras
Una zanahoria podrida.
Podría, pero no deseo.
Ni por cinco segundos me alío
Con las candideces que les detonan en los ojos,
Como serpientes famélicas dichosas
De ser las más vanidosas de la cuadra.
En cambio,
Empezaré por un abrazo silencioso y entredormido
A todos los criminales que soy,
Asesinando, violando, mutilando
Los órdenes y sus contraversiones.
Los “Nunca” que juré invalidándome
Libertades y errores que hubieran sido pintorescos.
Los aprendizajes que me restan,
Para no convertirme por exceso
En otro bulímico defecto..
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