domingo, 9 de abril de 2017

¿Cer(t)ezas? XXIII.- (09/04/2017).-

Trova intravenosa, siéntela como un muro de milagros
Y lamentos, más allá de lo bueno 
O lo malo, los demonios milenarios, los gastados serafines,
Todo toma su forma arcana.
La sed ha corrompido la tierra en mi garganta,
Le ha hecho crecer enredaderas de espinas.
La sed, maldita-sed-que-el-agua-no-sacia, entumece
Mi cuello, congela mis pies, ronronea como un gato
Traicionero y famélico. Lo primitivo
No entiende dilaciones, y sólo puedo percibirlo
Palparme como a una pared,
Aguando mi ropa y mis ganas. 

Hay cosas que no deben
Continuar pero que se propagan como 
Humo apenas el verano cede al agravio de la hojarasca.
Mientras me sirvo un té y asisto al desamparo, 
Las respuestas vienen a mí como una vieja
Navaja suiza que se abre: todo lo puedo
Suponer, todo lo puedo
Dudar con la absoluta claridad del balbuceo de un dormido.
La tridimensionalidad sonámbula de todo acto,
El sueño que maúlla y sisea, la desesperación 
Que se cierne como una red;
Pero algún ideal no abortado restituye,
Aquella fría lógica descongelando los dedos, sacándole filo
A la lengua. El camino de ida
Hacia alguna parte donde aprendemos más
De nostros mismos mirándonos en un charco pisado.
La soledad con que a veces me perturbas y a veces me mas-.
El puro precipitado lloviéndote como gesta iniciática,
El movimiento que todo lo resuelve
Atrapado en los músculos de un paralítico.

C'est fini, ya he sentido y analizado estos orgasmos.
Quedan algunos por servir, recalentados en la mesa dominguera,
Sólo con agua (para esa cabeza que explota)
Junto a la ensalada de albedrío y terminaciones nerviosas.

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