Hermano de la puerta del ocaso | ¿qué te Crisis?
avancemos a saltitos por los túmulos | hurtemos de un bostezo el peso fatal al mundo
no es pura Contra lo Opuesto | tan puestos como estamos, baila conmigo
quedamos depuestos a encontrarnos | en la pista de aterrizaje de las equivocaciones
aunque siempre balean al bufón | te presto el traje
el inocente no deja de hacer sus malabares | no ignora el juego de tejemanejes
pocos confían en quien no disimula | ahora miénteme y jura que no sabes
pero aún menos cambian más allá de sus harapos | tanta impotencia mancha
tanto tino destendiendo nuestras sombras | y tú que afirmas conocerme
llévate los guantes | quiero arrancarte de cuajo tus iras, esas moras
inmaculadas supercherías y el orgullo | colgando a racimo en la entrepierna
deja que desvanezcan las proyecciones | ya encontrará la ilusión su nuevo banquete
como quien mastica la cuchara que lleva a su boca | los cuerpos somos bellas cáscaras de nuez
aférrate a mi carne en esta sobremesa | titilando como copas frías de una guerra frappé
porque un disfraz no es una piel | porque una piel tampoco es eterna
el manubrio del sentimiento no tiene frenos | la cadena de las percepciones se sale en cada esquina
háblame aunque sea con la boca | boquéame aunque sea con el habla
púlsame cual si fuera viejo timbre | y batiré tu orbe a campanadas roncas y vivaces.
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