jueves, 28 de septiembre de 2017

Borrón y codo nuevo.- (Restos de Septiembre 2017).-

Pequeños íncubos que cercenan mi garganta,
Pido un descanso tenue a tanta desmesura.
Pido pasar sólo un poco, pero no
                    Desapercibido.
Quedo aferrado a tu figura evanescente,
   A la silueta cruda y escurridiza de tu nombre,
A esta pasión por la estadística en contra ganando el juego.
                    Las fichas se mueven, no pasa nada. 
                    Los engranajes circulan, ¿estamos vivos?

Amanezco a la noche
Como quien despierta a un mundo ultrarrojo, infravileta;
Como quien zarpa al espacio sin un galeón, remos o velas
Con las que sostener la inmensidad vacía de lo oscuro.
Ya no temo a los monstruos, aunque existan, 
Aunque dibujen su silueta de veneno sobre mi hambre.
Ya no temo a esta quietud que me has dejado encaramada al aire,
Zozobrando su espuma de recuerdos y reverberaciones.

Pero sigo creyendo en el tiempo detrás del tiempo,
No a contramano sino perpendicular.
Ya hemos doblado, justo antes que la línea donde estábamos se esfumara.
Ahora hay otras líneas, no tan marcadas donde dejo mis humores
Para que sigas pintando el universo en el revés de mi presencia,
                      Ese tan yo que me amas.

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