I
Borremos las huellas, somos prófugos,
Abandonemos esos sitios donde nos reconocen
Hasta los perros de la calle, hasta en nuestro caminar.
Es necesario hacerse a un lado, es
Necesario virar en esta ruta de farolas apagadas.
II
Muevo mi mano
Como si estuvieras al otro lado del espejo
Y el tiempo fuese más que un pullover desteñido.
Como en un océano de miel y pimienta
El infinito muerde mi pantorrilla
Y yo lo enderezo, lo hago girar
Hasta que sale volando.
III
No cabe una palabra que me salve,
Que me ahorre este insomnio gélido y tormentoso.
¿Por qué ha de ser profano desear volverme un objeto?
IV
He de puntear la tierra de lo que soy,
He de barajar los naipes de aquello que anhelo.
Quizás hervir el agua insomne donde se han cocido mis
recuerdos
O buscar a tientas el vaso medio ausente donde supuré mis
esperanzas.
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