lunes, 20 de abril de 2015

Abrazo.- (07/04/2015).-

Llego a tu puerta con sólo este abrazo,
Matas y mato a cada sorbo un salado canto de penas viejas.
Me embriaga tu olor a mentol y humareda,
Saltando en el hoyuelo de tu sonrisa,
En la punta de tu nariz viajera.
Me tiendo en tu espalda,
Ancha balsa fragilísima del más mojado naufragio,
Metiendo mis manos en el conjuro antihorario
(Para que el tiempo no se nos acabe,
Para que no se haga desdeñosamente de mañana)
¿Será que nadie te escucha?
¿Será que si te tomo de la mano y leo entre sus líneas
Vas a sudar todos los miedos de tu alma?
Dejo que aprisiones suavemente el sonido de mi voz contra tu cuello.
Bajo a esa mitad del mundo que no teme,
Sostengo tu mirada como el mismísimo abrazo del comienzo.
Y me voy, porque amanece,
Y el sol es una herida de rutinas

Que ahora duelen menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario