lunes, 20 de abril de 2015

Mil Soles III.- (19/04/2015).-

Si al Uno viene el Dos,
Como conjurado por las concatenaciones,
Cruzarnos en una misma calle quizás baste
Para tu paso distraído, para mi observar apresurado.
Y yo que aturdía las demandas de terceros,
Las exigencias de sextos, la multiplicación de los panes…

Costuras invisibles nos cosen y cuecen
En un infierno de calendarios mayas y cerámicos del pop.
Preguntas insurgentes, motines de razón,
Caricias bajo la mesa exploran otros sabores
Que algunos labios robados saben conjeturar.
De aquí para allá, por los emergentes que clamen sus partidas.
Un frío cómplice guía mi mano a tu cintura,
Quizás tu brazo a mis hombros.

Des(a)tiende los llamados de la naturaleza, hombre,
Que somos jugarretas de influencias cruzadas:
Un destino, un error, un agujero
Pueden convertirse en retratos contra una pared,
Tatuados en la piel de nuestros (d)años.

Pero partamos, como aves que se estrolen contra una tormenta
De pretéritos maternos, de embriaguez exageradamente lúcida.
Esparcidos como cigarrillos del humo,
Haciendo una tierna guerra de campanas y taburetes.
Y otra vez –por primera oportunidad- deslizados en las mismas plumas,
En la mismísima noche bocarriba, eclipsando mis mareos,
Auscultando tus relajaciones gimientes.
Jugar un poco más (sólo un poco)
Hasta que sea Morfeo quien nos (ll)ame.

Arte de amanecerse, de servirse a un caliente
Océano verdoso, teñido por paroles et musique.
Mientras los besos van pasando por el espacio
Que divide la parte superior de la inferior
En un crudo reloj de arena.
Vos tosés y escondés un cepillo, yo devoro mis ayunas.
Nos acercamos al candil solar
Para alejarnos, yo por tu voz,
Vos por mi mirada.

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