lunes, 20 de abril de 2015

Co-rrespondencia a Joseph.- (19/04/2015).-

Querido Joseph:
Le escribo estas misivas desde
Un tiempo frío,
Como un pretérito ant-ártico.
Crecen las espigas y se desojan
Los espejos. Al tío Jacques
Le da por la bebida y el juego.
¡Pobre hombre!
Se la pasa dibujando garabatos
En la pared de un baño
De mujeres, en un bar
De (mala) muerte.

Por mi parte, yo
Des-miembro mi futuro de sus pre-tensiones,
Carcomo con este maní las buenas nuevas;
Deseo que Ud. desee un instante
Permanentemente móvil.
Y así
Sea, soles ardiendo en las gargantas.
A cada beso cayéndonos de la banqueta
Y de la campana,
O de la ruborizada rutina.

Pero dígame Ud., querido
Joseph:
¿Qué queda de la razón cuando algo
Inenarrable,
Inexplicable,
Inexpugnable
Se presenta?
¿Qué queda de las pantuflas y de los tres litros de mate?
¿De una película que podríamos filmar
-Ud. y yo, apenas más o menos dos hombres cualquiera-
 A pleno color y con acento franchute?

Respiramos, primer paso a vivir.
Saltamos y en el aire rozamos la mano del otro.
¡Soy humano, querido Joseph,
De carne y semen!
Tan real como lo que Ud. besó anoche.
De co-razón también,
De ganas de seguir el m(en/a)saje que empezamos.
Si mis palabras le matan,
Deje que sea mi cuerpo quien le reviva.
Se tratará de hacer magia con las manos
De lo que nos empuja
A volar. Esos dedos bailarines
Sobre un piano+piel,
Que anudan los dueños a sus esqueletos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario