Esta soledad tan mía,
Que puedo calzármela y -¡justo!-
Me queda, hace que suspire y cuente
En los manchones del pasado y la rutina
Cientos de lunas, miles de estrellas.
Tomo la mano de la noche y me precipito
A su cadalso. Sueño con la corriente
Que baja del pozo de mi pecho.
Me sumerjo en esas aguas
De espuma y salitre esperanzada,
Hasta que las aves vuelan y sólo
Queda el cielo
Muriéndose.
Tantas vidas acaban cuando cierro los ojos:
Es esta soledad, que penetra
En las habitaciones de amigos y parientes
Cargando un arma de sangre,
Disparando a latidos.
Mi soledad los mata,
Como pájaros desplumados
En pleno carnaval.
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