En esta ventana se cierne el espectáculo de una mirada.
Tambalea la estocada de la pupila.
Sabernos tan descubiertos nos eyecta
De nuestros placeres y nos pone a montar explicaciones
Como quien decora un escenario para aquella obrita
De infantiles comedias.
Engulle con lascivia tanta marejada,
Tantas emociones que mojarán las cortinas de su pena.
Una salida módica, un vicio fácil, una adicción barata.
Concupiscencias que se aletargan de piano y tarantelas.
Cuando lo impensado satura el retrato
Apenas si se alcanza a desear
Que no sea un autorretrato.
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