lunes, 12 de diciembre de 2016

Magia.- (04/10/2016).-

Ojalá existiera magia.
Magia, sobre mis lugares cansados.
Magia para doblar las campanas.
Algo de magia, como para dormitar
En un rellano lejos de la culpa.
Suficiente magia, como para conservar
El módico portento de la esperanza.
Tan siquiera magia que baste
Para disolver la cobardía aterida en mis venas.
Apenas magia para plantar una sonrisa
En el rostro de algún niño perdido en las fotografías.

Pero no sé fabricarla con una manivela en una cajita musical.
Pero no puedo asirla del hilo que cose mi camisa.
Pero se me escapa cuando miro el reloj y me desentiendo del tiempo.
Pero me corrompe si me planto serio cuando me invitan otra ronda.
Pero me miente si me amotino en mis vértebras.

¿Aparecerá si sonrío al niño de las fotografías grises?
¿Se atreverá si suelto el torniquete de los hábitos?
¿Se multiplicará si la comparto con quien se sienta pobre?
¿Despertará si me reconcilio con mis espejos?
¿Sonará si trepo al campanario como un ave?
¿Se levantará si yo mismo continúo viaje?

Sólo hay una forma de saberlo.

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