I.
Amotinados de amor.Abarroto a puñados un mundo que ya está
Roto. Todo rebalsa.
II.
Un crepúsculo de alelíes estallándome en los párpados
Entreabiertos. Quise darle
Aire al mundo
Y lo terminé apagando.
III.
Quiero que mi vida no termine
Siendo el miedo mediocre de una púber
Que esconde su aerosol en la cartera,
Para aparentar.
IV.
Una deuda razonable,
Un devaneo de pensamiento
Hacia donde más escuece
La piel ¿Por qué estos parásitos me comen
La costumbre? Si queda marca de esta noche, que sea
Capaz de inventarme un nombre.
V.
Lo efímero es
Una quemadura derritiéndose
En el agualuz de mis pupilas.
Mueven periódicas páginas de muerte
Y mis oídos acatan, sin querer,
Sufriendo el traspié que supone estar vivo.
VI.
Quizás me falte tiempo,
Como al vino o a la justicia,
Quizás todo esto sólo sea una resaca de malas jugadas.
VII.
¿Dónde está mi luz?
¿Qué tiempo estoy perdiendo?
¿Qué caretas me obligan a usar?
¿Con qué ojos miro a mi madre?
Las cosas que causan una impresión
Son tan disímiles
Como las manchas de vino en un mantel.
VIII.
Quiero ser fiel a mí mismo
En mi hora póstuma.
Cuando el más santo de los inciensos
Me consuma.
(Borracho perdido, muchacho encontrado)
IX.
El pasar de los años, que se clava
Como una hoja seca en el agua.
La cercanía inexacta, excesiva, íntima-
Mente forzada.
La acaso peor de todas las reporchables
Distancias.
X.
Soy quien no pregunta
Lo que Otro no responde.
Soy quien no juega
Lo que Otro no sabe jugar.
¿Se trata de reglas, de dialécticas, de mensajes?
¿Se trata de encontronazos, de ataques
De nervios, de probar un punto?
Soy quien se emborracha
Lo que Otro no bebe.
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