lunes, 6 de febrero de 2017

Haz-Toco.- (Ajetreo mitificante; 07/02/2017).-

Trepás por mi cuello como un eclipse astroterrible,
Prócer constante de mis saltos del entresueño,
Sombra etérea de los relojes de mi infancia,
Chispa parar avivar las fosas del amor y otros horrores.
Pronto adivinarás mis nombres,                     ¿me darás uno nuevo?

Quizás pueda ofrecerte verdades caleidoscópicas, la silla

¿Dónde estoy siempre? Una balanza que es como un laberinto
Vítreo, para que mensures nuestros volátiles encuentros
Y siempre me describas a boca y dedos, todo el humo,
El irrisorio tabaco de mis órganos floridos,
                               Tanta pulsión cuerpeándonos gen(i)t(a/i)lmente.

Diluí la maraña de olores que hacen al tuétano de mis poros

Superficiales, rellenos. Abrí los tímpanos.
Deducime y descicframe:
                                            Manzanilla, cedrón, oscuridad llana
                           Golpeando a los postigos de tu agitada carne,
                                        Esa que he engendrado con mis labios.
En tu hermética ceguera subterránea, leés
Los alfabetos que el aire deshace,
                            Cargas nuestro vástago, whisky ceniciento,
                       Ojeras, ansiosa paz, nuestro amor de renovaciones.

Vení hacia mí, a asegurarte,

A (per)donar tus hálitos, contra mi mejilla-cristal.
Vení, todo vos, a faltarme prescindiblemente,
A parirme en tus alucinaciones y reproches,
A acumularnos nuestras inhibiciones, odios, pasajes al pacto
Hasta que sean más densos que nosotros mismos
Y podamos hundirlos para siempre 
En un antiquísimo volcán de dioses purificadores.

En vos, mi catatonía significante, algunos (con/a)ciertos,

Puñados de seguridades.
Despertar a pierna atada, pero libres.
Libres de ideales que apaguen estas cegueras míticas,
Vas alzando las piedras-pájaro de tu indiferencia ardida,
En esta grávida arena de las intuiciones.
Te llenas los ojos de lágrimas y me sonreís,
                                         Lo posible, somos.
                                                       Lo imposible, un poco también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario