viernes, 24 de marzo de 2017

Á tono V.- (25/03/2017).-

Hoy sólo traigo flores para la tumba de un muerto.
Un muerto repetido, cansado
De ser muerto. Que aprendió el viejo juego
De los objetos y las memorias
Para luego olvidárselo todo y convertirse
En algo más. Sólo algo más.
Ocupando un modesto e inevitable espacio
Entre otros objetos y ninguna memoria.
¿Por qué he traído flores, si ellas mismas
Están ahora, hoja a hoja, muriendo?
¡Mejor dejarle cien cotorras libres, que colonicen los silencios
A fuerza de combinar las palabras redentoras!

¿Quién pudiese enviudar a la muerte
Y traerte hacia los vivos?
¿Quién pudiera subvertir el cruel espejo
Y demostrarte que nunca fue aquella hora?
¡¿Quién pudiera retirar mi nombre de esta piedra
Y despertarme del fúnebre ensueño?!

No hay comentarios:

Publicar un comentario