domingo, 30 de abril de 2017

$obrantes.- (Finales del 2016).-

Siempre hay algún calvario:
De eso se trata el juego, 
Siempre sobra algo, 
Alguna ausencia, algún resto, un detalle del relato,
Algo del moho recordando lo inevitable,
Lo que no permite su extremaunción ni nuestro descanso.

Todos llevamos tantos muertos adentro,
Es verdad, apenas si se puede respirar
A través de tantos fantasmas.
El sofoco se apelmasa a mi cuerpo, dispuesto
A servirme de piel, a cautivarme.
Mi propia carne está cansada de contenerme,
Me resbalo de mí, me caigo de mi pelo,
Me arranco de mis poros, me emancipo de mi sexo.

Siempre hay alguna reminiscencia del perfecto
Fracaso, como si la teatral ironía de las cosas 
Nos obligara a balbucear esta agonía en pleno escenario.
Siempre hay un poco de rencor en el tiempo,
La inefable herida de saber que todo nos pasa,
Nos cohabita hasta exterminarnos,
Nos adormece de espanto y costumbres
Hasta que somos expulsados de nosotros mismos.
Y es peor que saber que dolería aún más si no pasara.

Casi más de lo que duele arrinconarme
A gritos, obligándome a admitir todo "nosotros"
Que blasfemé para sentirme menos solo,
Menos despiadado, menos despedazado, menos despierto
A la hora de la siesta.

No basta con amordazarme a concesiones las añoranzas,
No alcanza con una amputación cualquiera de algún vicio o virtud.
Francamente zozobra
Con mis buenas razones y mis apañares de causas perdidas.
¿Será que la podredumbre del alma
Es una indeseable y testaruda inquilina?
¿O soy yo quien vive de prestado en esta de/cadencia?


-----------------------------------------
Del traspié nace la pausa
Y la pausa puede ser menos coma
Que todo el texto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario