¿Me extrañas?
Como a una mentirita de las que se dicen mirando a los labios
(Sabemos que somos Verdad);
Jurando tu lengua sobre mi lengua, señal de la cruz
(En vos, mi espíritu).
Hay en mi último dolor la vulnerabilidad donde te amparo,
El paso de tus dedos en mi espalda dibujando no sé qué dios.
¡Cuántas veces fuimos sangre catándonos en este vino!
¡Cuántos panes compartimos siendo la misma carne!
Mas rehacemos el ritual y es vez primera en este viejo dormitorio
De desbordes y de paraísos que forjamos en nuestros cuerpos.
Móviles peces, por fin respirando en el océano del puro deseo.
Nada deseo más que me lleves en tu sonrisa.
Nada me ocupa más que hacer entre añoranzas y reencuentros
Un tiempo nuestro, nuestra casa.
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