Si quedara una limosna de tus ojos amielados,
Una mirada distraída, volátil, pasajera
Donde hacer yo mis pupilas, mi paraíso, mi esperanza.
---II---
Me suelto de las horas que no habitas
Como quien arroja los dados para jamás ver la cara
Que jura el cielo.
---III---
Esta libertad de empapar las sábanas del silencio;
Este insomnio de alucinar tu cuerpo de jengibre.
---IV---
Se detienen las palabras en la red que las conjuga.
Un pilar puede ser una trampa;
Una negativa, un indulto.
---V---
Si pudiera llegar a vos, hacerte una caricia,
Una confesión, o sólo falta.
Si pudiera enhebrar en el vacío que sostenés
Unas cuantas cuentas de ternura y un anhelo.
---VI---
La noche se cierne sobre esta sangre blanca del espanto.
Nunca he sido el que cumplió el juramento;
Nunca he sido el que faltó sin avisar.
---VII---
Te regalo mi ausencia.
No le resta calor a este pecho ni aliento a estas manos.
---VIII---
En alguna esquina del barrio, en alguna puerta,
Asomado a alguna ventana, sé que te encontraré
De pronto, en la forma lívida del olvido.
---IX---
El hermetismo no hace a la belleza.
Pero la rosa, tarde o temprano,
Pierde sus pétalos.
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