Ahora que me buscas como a un reflejo
El frío me retiene empañándome de espera
Ahora que me empuñas como a una emancipación
Apenas si puedo empujarte contra la pared de mi espada.
¿Qué dilación queda por latir,
Por preguntar, por cantar sus cuarenta,
Por bailar su couplé y sentarse en la vereda?
Tiempos de ajedrez, bicolores donde lo perecedero
Nos entierra para crecer peónicamente.
Advierto el horizonte y me siento
Aún más cerca de esta maraña de palabras
Sin voz que las pronuncie.
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