martes, 7 de enero de 2014

El porvenir de los caminantes.- 08/01/2014

Ojos de madera de roble.
Tu iris convoca una realidad alterna
Donde mi mano y la tuya se convierten.
Enlazo de arcoíris tu paloma a mi pecho,
Mi tambor a tu muñeca, don del ritmo.

Poema como labios desvariantes.
Cansado arenal de las dunas desiertas,
Se enhiesta en tu rostro la mueca dolidísima.
Mis besos no cesan de plegarias lluviosas
Para que se borre el salitre en tu mejilla.

Fuego incipiente cual cuello y mentón.
Camina el eclipse su lento rodeo,
Se ensanchan los hombros que carguen tu gloria.
El peso del Cielo, a siglos del suelo,
Arrancará la hortiga que crece hacia el sur.

Océano arcano de negros cabellos.
Tu voz, pasajera, pronuncia "te amo".
Mi voz le responde, gorrión de diluvio.
Poco a poco nace, brilloso y excelso,
Del Sol y la Luna, el porvenir de los caminantes.

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