lunes, 19 de mayo de 2014

Vara-dos.- (19/05/2014).-

Será cuestión del filo, de la vaina,
El revés de una vida, el crugir de mis dedos.
Será cuestión y es incuestionable
Beberme tus lágrimas como quien mira el mar
En el ombligo de un recién nacido.

Al pie de tu eléctrico templo,
Recito el viejo arcano cántico que te resucitaba
Por las siestas.
(Me hacías estallar lobularmente)
Pinto con mis codos en tus arcos.
Escribo con mi costilla en tus fachadas.
Acerco mis pestañas para acariciar tu ventanal.
Lo siento, el tiempo puede deshacer (qu/h)eridos.

Se me dan mal las calculaciones,
Los vuelta a empezar cuando todo se ha (des)ganado.
Soy de los que suben a un barco
Para bajarse antes de que zarpe,
Para regresar a no irse,
Al camino de UltraTierra.
Incluso, cuando arrivo, oficio cebos de recién pescado.

¿Nos faltó la fuerza que quebrara la roca?
(De tu cabeza, de mi imprudencia)
¿Nos sobró el corte de nuestras máscaras más extimias?
(Un arlequín toca un vals en un triángulo)
¿Qué fue de la chispa que te cercenaba el pecho
Si te dormías sin mi?
(¡¿Sigues pulsando?!)

Recuerdo tus versos y me sobran tus risas
En alguna parte oscura detrás de un (múr)muro
O entre dos baldosas.
Soy prìncipe del ajedrez que se enro(j/c)a para no matar,
Que se deshace, que se desdice, que te despiensa
Pero no te (ol)vida.

Afeito a contrapelo mis promesas
Y sorbo los números fúnebres que dejaste flotando.
Un dos cuando se desarma hace mucho ruido gris.

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