lunes, 8 de diciembre de 2014

Onírico.- Fallas del corazón.- (08/12/2014).-

Llegar a la edad donde la unión eterna
    Con otra carne y su alma
    Con una muerte que descarne y rearme,
    Con algo que realice ambas en un solo disparo,
Frente a un mismo altar,
Y reuna las partes disyuntas.

Es trabajo de los vivos juntarnos a velar los muertos.
En la oscuridad de nuestras noches, enfrentarnos
A la mansa labor de desgarrar el miocardio,
De auscultar precisos, lacerantemente veraces,
Para prever las fallas de nuestro propio corazón.

No sólo son nostalgias de futuro: Es
El cálculo apasionado que determina dónde se acaba todo.

        Para que vuelva a empezar.

Servirnos de pozo profundo donde el eco
    Devuelva nuestro mensaje.
Hacernos espejos reflejándonos las sombras
   De atrás de nuestras orejas.
Pasar toda la noche despiertos, abrazando
   Las plumas de los ángeles que fuimos degollando.
Y llorar un poco, si es que quedan fuerzas,
   Entre tanta risa de las viejas fábulas.
       Quizás, por suerte, recordar las moralejas.

Así, en el calor silente de la noche abierta,
Con el llamado de un sístole que responde a un diástole,
Podamos explicarle al viejo y lejano amigo que somos
-Con la ternura respetuosa de quien ha aprendido-

        A qué citas es preciso no faltar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario