domingo, 3 de abril de 2016

Borrón y codo nuevo.- (Homilías de Marzo 2016).-

---Periferia---
No me basta con la vejez que se hizo alguna idea y la presume.
No me alcanzan las súplicas de una vida desnuda llorando la leche hervida.
No me llenan los reprobados brillos de una soledad aún más impaciente.
No me compran los comerciantes de esperanzas, de humos coloridos.
No me asisten los alardes de una máscara transparente intentando gambetear al vacío.
No me conmuenven las muescas de arte abolladas en la piel, como manchas de humedad.
No me invitan las anclas colgadas al cuello, los amordazados "parasiempre".
No me atrapa la insistencia cruda que se niega a saciarse.
No me moviliza la ambidiestría secreta, pospuesta, como bocanadas de rehabilitación.
No me atrae la imposibilidad ajena, desapasionada y monosilábica.
No me retienen los arranques truncos, tediosos, faltos de musa.
No me inspira la belleza cauterizada y envasada para conserva.
No me emociona la desesperación ofreciéndose al peor postor más próximo.

(No siempre hay motivos ni deseos
Para acercarse a lo que es tan ajeno.)



---Centro--- 
Hoy, lo sagrado me pide que lo cuide. 
Su vocecita de semilla, al borde de arrancarme
Un llanto y sin saber porqué;
Su mirada de esperanza, amotinándome
A desesperaciones, sin intuir porqué.

Antaño descubrí su fuerza incorruptible,
La proeza de ser más allá de lo que se sea.
Pero ahora, hoy, mientras revuelvo la sopa,
Lo sagrado se trepa a mi hombro,
Sollozando tenuemente, tullido.

(Hasta los más férreos guerreros
Desean cada tanto que se los cuide.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario