lunes, 8 de agosto de 2016

Borrón y codo nuevo.- (Clic-Clac; Mayulio 2016).-

Un tiempo para colonizar los terrores,
Para amansar las corrientes, para dormir a sangre fría. 
Un tiempo para generar un tiempo distinto,
Para salpimentar las costumbres ajenas, para despedirse de las lloviznas
Marchitas.

Una modestia añosa, encanecida de rúbricas epistolares.
El antiguo retrato decrepitándose como un papel incendiado.
¡Enséñame a pacer tranquilamente sobre mi propia tumba!
Habrá hierba fresca floreciendo de mi cuerpo;
Habrá promesas y silencios como cardenales imborrables
En el cuello del ahorcado.


-----


Mi boca es una creación de algún dios estúpido y sanguinario.
Me reh(a/o)go en estos miedos, en estos riesgos de perderme entre habichuelas
Mi mismísimo castillo prometido, adivinado, profetizado.
Mientras mi cuerpo es el que se va,
Mi mirada aprende a perpetuarse.

Otros, que vuelven creyéndose propios, vanagloriándose de serlo,
Se sacan las agujas de sus ropas y se tienden a la sombra,
Dejándome su imposible grito llorando medialunas.
Los océanos se funden en sus ojos, sin que el horizonte
Se obnubile o se desgaje.

Que de sus lágrimas brote un abismo capaz de desintegrar el mundo...
No adscribimos a los mismos términos de lo posible
Cuando hacen su casa del lado de la sensatez
Donde apenas si hay nadies.

No hay comentarios:

Publicar un comentario