Nos salvamos de uno a uno,
De dos en dos, de menos a otros pocos más.
No existen las c(l)aridades universales,
Para cambiar tanto abstracto mundo hay que limpiar la casera basura.
Asustado frente a la simiezca indiferencia,
Sos un cálido reptil tendido ante carteristas.
También zigzagueo entre las calles de los ignorados
(Somos todos),
Anonadado por tantas soledades que se des(en)tienden Y se enredan en sus cláusulas narcincisivas
A lamerse las heridas que el odioso mundo les ha cauterizado.
Los nihilistas caparazones nos ahogan, tristes tigres sarnosos
Que manducan nuestras horas con impávido hartazgo.
No obstanteándote, un poco
Di/siento: La compasión sólo es menester si se separan
Primera y segunda sílaba.
Mi(s/)serias facciones se rehogan en tu llanto
Y se trastornan, compeliéndome a aferrar tu cuerpo rasgado.
Comúlgame la mieses de mi historia
Te miro a repeticiones, como una caricia extensa
Que en plena noche, silente, te regalo con el dolo
De mis brazos que (tiemblan poder sostenerte y) se aferran a tu duermevela
Y mienten cuando niegan otros nombres que han rozado.
Hablame de tus paraísos crepusculares,
Así, sin amanecer, sin precipitarte a tantos pavores.
Yo te regalaré el fósforo acéfalo de mis días
Y el calor que me quede, latigándonos de canícula seminal.
Preservame de mis pasados, que yo curaré tus futuros
Como un matasanos que recete
Deseo y nostalgia a bocanadas.
La filantropía no es tal si no gesta sus propias manos
Contra la carne de otro h(o/a)mbre.
Al vuelo, te propago estas viáticas ternurasDe hormiga algo(/)donada
Que ama el ceibo sacro que (le) consume.
No hay comentarios:
Publicar un comentario